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Proceso que una persona puede seguir para cambiar su voz a un tono más masculino, femenino o andrógino. Algunas personas buscan ayuda profesional para entrenar su voz de modo que coincida con el género que identifican. Otres entrenan su voz para que coincida con el género con el que se identifican. Algunas personas transmasculinas que toman THS no necesitan acudir a terapia o entrenamiento de la voz, ya que la testosterona baja de forma natural el tono de su voz. Como su voz les causaba mucha disforia corporal, Oliver decidió probar la terapia vocal para entrenarse a hablar en un tono más bajo.

Término utilizado para englobar un amplio número de funciones, palabras, materias o elementos que se engloban en una misma categoría o tema común.

Un sistema de creencias, posiblemente basado en la construcción occidental del binario de género, según el cual las personas transgénero deben experimentar una serie de condiciones —incluida la disforia de género y el deseo de realizar una transición médica— para «calificarse» legítimamente como transgénero. Aunque estas actitudes pueden ser frecuentes entre las personas cisgénero, «truscum» es un término del argot utilizado principalmente en las comunidades transgénero para designar a otras personas trans que suscriben esta idea. Gary solía ser truscum: antes creía que las personas que no querían someterse a cirugía de reafirmación de género no eran verdaderamente transgénero.

Término más antiguo utilizado para referirse principalmente a las personas transgénero binarias, normalmente aquellas que pretendían someterse o se habían sometido con éxito a algún grado de terapia hormonal sustitutiva y/o cirugía de reafirmación de género. Algunas personas consideran que este término es despectivo, ya que históricamente se utilizaba para referirse a alguien en función de su género asignado al nacer; por ejemplo, los médicos describían a las mujeres transgénero como «transexuales masculinos» en la década de 1960 (Benjamin, 1966).