Hasta que Todes Seamos Libres: Campaña anual para el economato

¡GRACIAS! Gracias a sus generosas donaciones a nuestra campaña anual para el economato de 2022, Hasta que Todes Seamos Libres, destinamos 150,000 dólares a ayudar a las personas trans Negras, Indígenas y de color encarceladas o detenidas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés). Cada dólar recaudado se distribuyó como fianza directa o apoyo al economato a través de nuestras siete organizaciones asociadas: My Sistah’s House, Transformations, Trans-Latinx DMV, Transcending Women, Black & Indigenous Trans Safehaus (Casa BITS), Freedom Overground, y Transgender Gender-Variant & Intersex Justice Project (TGIJP).

Estamos agradecides a nuestra solidaria comunidad, que cree que un mundo sin prisiones ni jaulas es posible. Juntes, hemos roto el aislamiento de los muros de las cárceles y hemos demostrado a nuestres hermanes trans encarcelades y detenides que se les quiere y se les apoya.

Se han entregado 437,602.25 dólares directamente a nuestres hermane trans encarcelades desde 2017.

Desde 2017, el programa de Microbecas ha organizado una recaudación de fondos de base para recaudar dinero para nuestres hermanes trans encarcelados durante la temporada de vacaciones de invierno. Todos los fondos recaudados por la campaña Hasta que Todes Seamos Libres son distribuidos directamente el día de Navidad por nuestras organizaciones asociadas, que ofrecen apoyo directo sobre el terreno a las personas trans encarceladas en sus comunidades.

La mayoría de las empresas que gestionan las prisiones cobran comisiones exorbitantes por depositar dinero en los fondos del economato de las personas encarceladas, lucrándose del confinamiento de seres humanos. El día de Navidad, muchas prisiones federales renuncian a la restitución y a las tasas de los depósitos en el economato, dando el máximo dinero posible a la gente de dentro en lugar de que las prisiones se queden con parte de él.

Como personas trans, es nuestro deber y nuestro legado cuidar unes de otres, como hicieron les que nos precedieron. Nuestros cuidados son tan vastos, exigentes y necesarios que trascienden los barrotes y las jaulas. Únete a nosotres para apoyar a nuestra familia trans encarcelada y continuar la lucha por un mundo sin prisiones.

Ilustración de un teléfono

$30

Financia tres libros de sellos postales para una persona trans encarcelada.

Dibujo de diferentes tipos de maquillaje.

$60

Compra dos meses de cosméticos en un economato.

Ilustración de una centralita

$110

Cubre un mes de llamadas a casa de los seres queridos.

Ilustración de un teléfono

$275

Consigue a una persona trans encarcelada un traje deportivo y un par de zapatos.

Dibujo de diferentes tipos de maquillaje.

$500

El costo de una beca de comisario y el costo medio de pagar la fianza de alguien.

Ilustración de una centralita

$1,700

Tarifas completas para cambiar legalmente los marcadores de género en los documentos de identidad dentro de la detención del ICE.

Acerca de la campaña

La recaudación annual de fondos para el economato y la fianza de Trans Lifeline comenzó en 2017. Cuando proporcionamos apoyo material a personas encarceladas en prisiones o centros de detención de menores, éstas pueden recuperar su dignidad y autonomía mediante el acceso a alimentos, artículos de cuidado personal, ropa que reafirme su género y llamadas telefónicas, entre otros artículos necesarios.

La mayoría de las empresas que gestionan las prisiones cobran comisiones exorbitantes por depositar dinero en los fondos del economato de las personas encarceladas, lucrándose del confinamiento de seres humanos. Para distribuir estos fondos, nos asociamos con organizaciones que prestan apoyo directo a las personas trans dentro de sus comunidades. En los últimos años, la cohorte de organizaciones con las que hemos trabajado ha estado muy condicionada por nuestras relaciones profesionales y nuestros deseos de responder a los brotes de violencia ejercidos sobre nuestras comunidades por una administración despiadada e inmoral.

Al avanzar hacia la visión de la liberación trans y un mundo libre de vigilancia policial, elevamos y apoyamos a quienes se ven más afectades por los sistemas de supremacía blanca. En Estados Unidos, estos sistemas de poder y dominación pueden verse en el encarcelamiento generalizado de las comunidades negra y morena, trans y de género no conforme. Estamos financiando intencionadamente el trabajo de organizaciones y comunidades dirigidas por personas trans negras y morenas, que siempre se han centrado en cuidar de su gente.

La pandemia de COVID-19 ha hecho que esta recaudación de fondos resulte especialmente urgente. Con un acceso limitado a una atención de salud inadecuada, protocolos inexistentes para frenar la propagación del virus y un aislamiento social cada vez mayor, nuestres hermanes trans encarcelades no pueden esperar más a que el sistema carcelario les proteja de los daños cuando está diseñado para hacer exactamente lo contrario.

Lecturas complementarias

Ilustración estilizada de una persona con pelo largo sentada en una nube, con un gran reloj analógico de fondo. La paleta de colores es pasteles en morado, rosa y amarillo.

Show me the money: Tracking the companies that have a lock on sending funds to incarcerated people — Estudio de los cincuenta departamentos estatales de prisiones para averiguar qué empresas tienen los contratos de prestación de servicios de transferencia de dinero y cuáles son las tarifas por utilizar estos servicios.

Learn who profits from the prison industry — Las empresas privadas ganan cientos de millones de dólares al año con las personas encarceladas. Estos lucros se obtienen a costa de que las personas encarceladas puedan mantener el contacto con sus comunidades. Un sistema que explota en lugar de rehabilitar a las personas encarceladas es una de las razones por las que el 68% acabará volviendo a prisión.

Who Pays? The True Cost of Incarceration on Families — The True Cost of Incarceration on Families demuestra que el costo de encerrar a millones de personas es mucho mayor de lo que pensamos. Encerrar a las personas también rompe sus familias y comunidades, las carga con deudas abrumadoras y provoca enfermedades mentales y físicas. La situación es grave, pero es posible un planteamiento mejor.